martes, 17 de noviembre de 2009

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El sistema Linfàtico
El sistema linfático está constituido por los troncos y conductos linfáticos de los órganos linfoideos primarios y secundarios. Cumple tres funciones básicas:
El mantenimiento del equilibrio osmolar en el
tercer espacio.
Contribuye de manera principal a formar y activar el
sistema inmunológico (para las defensas del organismo).
Recolecta el
quilo a partir del contenido intestinal, un producto que tiene un elevado contenido en grasas. Ganglios linfáticos [editar]
Los ganglios linfáticos son más numerosos en las partes menos periféricas del organismo. Su presencia se pone de manifiesto fácilmente en partes accesibles al examen físico directo en zonas como axilas, ingle, cuello, cara, huecos supraclaviculares y huecos poplíteos. Los conductos linfáticos y los nódulos linfoideos se disponen muchas veces rodeando a los grandes troncos arteriales y venosos (aorta, vena cava, vasos ilíacos, subclavios, axilares, etc).
Tejidos y órganos linfáticos [editar]
Los tejidos linfáticos del sistema linfático son el cerebro, el jugo pancreatico, los ganglios linfáticos y la médula ósea.
El bazo tiene la función de filtrar la sangre y limpiarla de formas celulares alteradas y, junto con el timo y la médula ósea, cumplen la función de madurar a los linfocitos, que son un tipo de leucocito.
Cuando la presión sanguínea aumenta dentro de los vasos capilares, el plasma sanguíneo tiende a difundirse a través de las paredes de los capilares, debido a la gran presión que se ejerce sobre estas paredes. Durante este proceso se pierde gran cantidad de nutrientes y biomoléculas que son transportados por medio de la sangre, creando con esto una descompensación en la homeostasis; es en este instante en donde toma una importancia radical el sistema linfático, ya que se encarga de recolectar todo el plasma perdido durante la presión sanguínea y hacer que retorne a los vasos sanguíneos manteniendo, de esta forma, la homeostasis corporal.

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